Si te enteras de que alguien a quien conoces está pasando por un mal momento, y tú tienes una vivienda vacía, ¿le dejarías entrar? Déjame que te cuente lo que le ha pasado a un cliente.
Dicen que hay dos tipos de “tontos” en este mundo: los que prestan libros y los que los devuelven. Y que conste que yo sigo siendo de los que me encanta compartir el contenido de mi estantería. Pero ya se sabe, cuando se presta un libro, casi que se hace a fondo perdido, porque no siempre vienen de vuelta.
Pero claro, hablamos de un libro. En el peor de los casos son uno pocos euros lo que pierdes. Es un riesgo fácilmente asumible. Pero ¿y si lo que se presta es una vivienda?
Dejar entrar en tu vivienda. Por desgracia, no se puede ser bueno.
Hace poco, a una clienta le salió muy caro ser una buena persona.
Justo debajo del bloque dónde tiene una vivienda vacía, un matrimonio, que llevaba toda la vida regentando una tienda de ropa, se encontraba en serios apuros. Como os digo, eran esos típicos vecinos de barrio a los que conoces del día a día, así que cuando se enteró de su situación no se lo pensó dos veces.
Les dijo que, si querían, les podía dejar entrar en su casa. Que les dejaba las llaves para que vivieran en ella, entre tanto encontraban un sitio al que poder irse. Ellos le respondieron que no se preocupara, que todo era una mala racha y que en medio año, como mucho, le devolverían su piso intacto.
Y ya te puedes imaginar lo que terminó ocurriendo. Como cuando llamas a ese amigo para que te devuelva el libro y te responde que te vayas tranquilo….. que va a ser que no. Pues lo mismo con su vivienda. Te lo digo por experiencia, que son ya varios los propietarios a los que, como abogado, he tenido que ayudar.
En este tipo de casos los “inquilinos” siempre actúan igual. Cuando ya ha pasado el tiempo que, al entrar, prometieron que se quedarían, de primeras se hacen los despistados, como si con ellos no fuera la cosa. Cuando se les empieza a sacar el tema, vienen las largas: que si al final se ha complicado la cosa pero que el mes que viene se van sin falta.
Hasta que el propietario, como mi clienta, se preocupa de verdad y acude a un abogado. Y como en este caso, me pongo en contacto con ellos y es cuando me dicen a las claras que del piso no los sacan ni con agua caliente. Toma castaña.
Y en esas estamos con la vivienda de la que os hablo. Ya hemos presentado la demanda de desahucio. Pero como la justicia es tan lenta, mientras conseguimos echarlos, a mi clienta le está tocando pagar un alto precio por ser una buena samaritana. Ella, por desgracia, ya ha aprendido la lección.
Como abogado, mi consejo es que, si quieres, presta todos los libros del mundo, pero no se puede ser bueno y dejar entrar a alguien en tu vivienda.
Pablo Romero. Abogado en Granada
Por si te interesa, aunque el desahucio al que me refiero por dejar entrar a alguien en tu vivienda es un desahucio por precario, te dejo enlaces sobre otros procedimientos de desahucio: desahucio express y el desahucio por impago de rentas.
