Lo que os voy a comentar hoy es un ejemplo de cómo, cuando luchamos por nuestros sueños, la vida nos va dando regalos. Dejadme que os cuente.
Durante el confinamiento, decidí escribir una entrada que tratara sobre si, jurídicamente hablando, ser cinturón negro en un arte marcial equivale a un arma blanca.
Meses después, una persona contactó conmigo. Me explicó que estaba escribiendo un libro de defensa personal y que le había gustado mucho lo que había publicado, tanto, que quería incluirlo en su libro. Es más, me trasladó la posibilidad de participar en el mismo a través de una entrevista en la que pudiera explicar los aspectos legales a tener en cuenta en una pelea, la relevancia jurídica de defenderte a través de algún arte marcial así como que le relatara mi parecer como abogado acerca de la legítima defensa.
Es decir, quería que, más allá de la letra de la ley, más allá de la concreta redacción del Código Penal, le contara lo que de verdad se cuece y ocurre en los juzgados cuando se dirimen los delitos de lesiones.
Y la verdad es que el proyecto me enamoró. Me encantó la idea de poder colaborar en su libro, me fascinó el reto de aportar mi granito de arena en un tema (las artes marciales y la defensa personal) que me apasiona. Así que, sin dudarlo, me puse manos a la obra.
Pues bien, tiempo después, ya puedo decir muy orgulloso que el libro ha sido publicado: Origen de la defensa personal. Y no, no es el típico libro en el que se expliquen técnicas o llaves para defenderte. Es algo mucho más profundo, en el que el autor, a través de su dilatada experiencia en este mundo (no en vano, es Policía) cuenta sus vivencias (así como las de otros compañeros) y todo lo que para él supone e implica la defensa personal, analizando al detalle cada uno de sus aspectos (táctico, biológico, físico, psicológico, legal, docente etc etc) Y todo ello sobre la base de la importancia que tiene saber defenderse en una sociedad enferma y de locos, pero no solo por el riesgo que pueda derivar de terceros, sino por lo que te aporta como persona, porque, cuando hablamos de saber defenderte, no se trata únicamente de aprender a dar una patada, es un estilo de vida en toda su dimensión que atesora mucho más.
Y sinceramente, no puedo estar más feliz por haber participado en esta aventura.
Pero os comentaba al principio que, si luchas, cuando menos te lo esperas, la vida te va dando regalos. Sin duda alguna, ser partícipe de este libro es un motivo de alegría, pero quedarme en eso sería tanto como que los árboles no me dejaran ver el bosque.
Porque lo que de verdad ha supuesto un auténtico privilegio para mí ha sido conocer al autor de este libro, Alejandro Estellers Luna. Desde el primero momento hubo un feeling especial, como si nos conociéramos de siempre. Pero, poco a poco, conforme íbamos conversando, me di cuenta de que se trataba de un ser humano íntegro y excepcional. De esas personas que quieres tener en tu círculo…
…de esos regalos que, de vez en cuando, te da la vida.
(Libro también disponible en Amazon)
