5 consejos para alquilar la vivienda. Recomendaciones prácticas.
Hoy en día alquilar tu casa se ha convertido en un deporte de riesgo. Por eso me gustaría ir escribiendo sobre las más comunes cuestiones/dudas legales que suelen surgir. Pero con carácter previo quiero contarte 5 consejos para alquilar la vivienda eminentemente prácticos. No se trata de cuestiones legales, de aspectos que puedas encontrar en un código. Son ideas obtenidas de la experiencia de diez años dedicados a los alquileres. Consejos útiles, pragmáticos y efectivos. Consejos que, por tanto, no verás en ningún otro lugar.
1.- ELECCIÓN DEL INQUILINO.
Es la decisión más importante. Y aquí te tienes que guiar por tu sexto sentido. Es necesario que te transmita plena confianza.
Te recomiendo que converses con él/ella. Invítalo a un café y poneros a hablar de “la vida” en general. De una manera natural vas sonsacando información: en qué trabaja, por qué se muda, cuáles son sus aficiones…
Si sabes escuchar y leer entre líneas puedes obtener información muy valiosa. Te toca ponerte modo “vieja del visillo”.
Evidentemente, también te pueden engañar con lo que te cuenten. Al principio todo son buenas caras. Nadie va a reconocer que en cuanto pueda deja de pagarte el alquiler. Y hay gente muy buena mintiendo.
Por eso también es bueno (diría que necesario) buscar referencias. Te toca ingeniártelas para ver si la persona en cuestión tiene algún tipo de antecedente que huela mal. Si sabes moverte es fácil.
Puedes igualmente pedir documentación: contrato de trabajo, nómina, etc. O curiosear en sus redes sociales, mucha gente tiene los perfiles abiertos.
Por cierto, se supone que se iba a crear un registro público de inquilinos morosos, pero la idea no ha llegado a materializarse (al margen de los diferentes registros de morosos existentes hoy en día).
2.-NO TENGAS PRISA.
Si tras hablar con la persona que pretendes alquilar la vivienda tienes la más mínima duda, olvídate.
No te dejes llevar por las prisas o las urgencias económicas, porque, tarde o temprano, te arrepentirás.
Parece que, al españolito medio, el hecho de que no sea su casa, le da derecho a destrozarla. Y el personal hace auténticas barbaridades.
Así que es preferible otro mes con la casa vacía a meter a alguien que te va a pagar la primera renta, sí, pero en cuestión de días dejará de ingresarte un céntimo, sin abandonar la vivienda, claro.
Y mientras dura esta situación (fácilmente 6 meses o un año) encima tendrás que gastarte tú el dinero en abogados y procuradores, además de pagarle sus duchas calientes.
El problema es que, como económicamente muchas veces estamos con el agua hasta el cuello, nos dejamos engañar. No queremos ver lo evidente. Que el inquilino tiene muy mala pinta.
Y nos convencemos porque los primeros meses sí nos paga…. Hasta que deja de hacerlo y nos destroza la casa.
Dicho de otra manera: en muchas ocasiones el error lo comete el arrendador, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver
De hecho te recomiendo que si ves algo raro me consultes. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Otro detalle importante que no debes olvidar es que, una vez le alquilas la casa al inquilino, por muy mala espina que te de, este va a poder estar un tiempo mínimo en la misma (3, 5 o 7 años, depende de cuando se celebre el contrato) sin que haya posibilidad de echarlo (salvo el derecho de uso propio).
3.-A LA PRIMERA DE CAMBIO (IMPAGO), TOMA CARTAS EN EL ASUNTO.
Al hilo de lo que acabo de decir en el punto anterior, mi experiencia me dice que con los impagos hay que ser totalmente impasible. Me explico.
El caradura siempre va un paso por delante. Porque se las conoce todas y porque no tiene vergüenza.
Los primeros meses te va a pagar puntualmente, consiguiendo que te confíes. Y en cuanto bajas mínimamente la guardia, ¡zas! Llega el hachazo. Piensa que son unos caraduras, pero no son tontos, saben lo que se hacen.
Y de pronto, el primer retraso en una mensualidad.
Nos ponemos en contacto con el inquilino y comienza el recital de excusas: que se me ha pasado pero que te lo ingreso mañana sin falta, que he tenido un mes con muchos gastos extra, pero que el mes que viene te pago el doble, y que si la abuela fuma.
Piénsalo, nadie te va a decir que no te paga porque no le da la real gana. Todo son palabras al viento.
Y como confiamos en la buena fe de la gente, nos volvemos a dejar engañar. Pero pasan los días y no ves un duro.
Así que al primer retraso, a la primera excusa, al primer movimiento en falso, mano dura.
No quiero decir que haya que ir a la casa con dos matones para que te den el dinero, pero tampoco vamos a ser los tontos del pueblo.
En realidad es muy sencillo. De buenas maneras se les llama y se habla con ellos.
Te digan lo que te digan, le das un plazo de 10 días (o si eres muy bueno un mes) para que te paguen.
Les dejas claro que, en caso de que no lo hagan, emprenderás acciones judiciales. Que lo sientes mucho, pero que no hay tutía. Que se pongan las pilas.
Y efectivamente, si pasa el plazo indicado y no te han ingresado la mensualidad, contacta con un abogado (no dudes en consultarme) y que se ponga manos a la obra.
Si ya tienes problemas por impagos, te aconsejo que te leas esta entrada sobre cómo reclamarle al inquilino
Por último, sí quiero aclarar que no todos los inquilinos que se retrasan en el pago de sus mensualidades son iguales.
A algunos (por desgracia, los menos) si merece la pena pasarle la mano. Porque se puede confiar en ellos. Y con eso pasamos al siguiente punto.
4.- CONFIANZA.
En un arrendamiento, que tengas confianza en tu inquilino no tiene precio.
Es lo que tienes que buscar. Alguien en quien se pueda confiar.
Y una vez lo tengas, haz todo lo posible por no perderlo. Recuerda que estás poniendo en sus manos nada más y nada menos que tu vivienda, con todos sus muebles y ajuar. La broma es pequeña.
Por eso, si el inquilino es buena gente y no te da problemas, no dudes en «ganartelo».
Con esto quiero decir que, si algún día te llama porque el calentador se ha roto, o no funciona el aire acondicionado, dale una respuesta rápida y soluciónale el problema (entre otras cosas porque, salvo que lo haya roto él por una negligencia, te corresponde a ti arreglarlo).
Rascarte el bolsillo en una pequeña reparación, sin ponerte a discutir a quien le tocaría hacerse cargo, te asegura ingresar todos los meses sin fallo tu mensualidad.
Y lo que es más importante, te asegura que van a cuidar tu casa como si fuera suya, lo que en muchas ocasiones supone que hacen mejoras por su cuenta que, con un poco de suerte, luego se quedan en la vivienda.
Y, continuando con lo dicho en el punto anterior, es de especial relevancia esta confianza en casos de impagos. Es algo que se ve fácilmente.
El que de verdad tiene intención de pagarte y hacer las cosas bien se desvive por hablar contigo. No espera a que tú lo llames tras el impago. Ya ha movido Roma con Santiago para darte explicaciones, pedirte mil disculpas e incluso ingresarte, al menos, una parte.
De hecho, si pasados unos meses ven que no pueden hacer frente al alquiler, se van voluntariamente de la vivienda, sin que los tengas que echar con agua caliente. Y no tienes que meterte en pleitos.
5.- CONTACTAR CON UN ABOGADO. ASESORAMIENTO EN LA REDACCIÓN DEL CONTRATO.
Como último consejo práctico, el más importante. Antes de firmar nada consulta con un abogado especialista
Y oye, qué casualidad, yo tengo mucha experiencia en esta materia. Escríbeme, puedo ayudarte.
El motivo es sencillo. No se trata de que yo viva de esto y barra para casa. Es que antes de que hayas firmado nada todavía estas a tiempo. Que luego para muchas cosas ya es tarde.
Y, como decía antes, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y es que hay muchos detalles que la gente de a pie no alcanza a ver, pero que para un abogado que se dedique a esto son evidentes. Una simple consulta seguro que te evita muchos problemas.
Porque, entre otras cosas, te podrá asesorar en la redacción del contrato, y te incluirá cláusulas en las que tú no habías caído.
Reconócelo, seguro que habías pensado en bajarte un contrato de internet, que no es que estén mal… Pero dejan muchos flecos sueltos.
A modo de ejemplo, y a bote pronto te puedo hablar de la importancia de poner un inventario, de incluir una cláusula de bienes abandonados o de meter a un avalista o algún seguro que te cubra el impago.
Pero si quieres ir sobre seguro, ponte en contacto conmigo.
Abogado en Granada, Abogado especialista en arrendamientos.
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