Construyendo igualdad.
Hace poco hablaba con unos buenos amigos sobre lo raro que me resultaba que no hubiera mujeres magas.
El motivo es sencillo, me encanta el ilusionismo, hacer magia con una baraja. De hecho, antes de que nacieran mi hijos, hacía mis pinitos con esta preciosa afición. Y siempre me sorprendió el escaso número de mujeres que había. Porque en realidad, la magia es un arte, es creatividad, es sensibilidad y estas cualidades para nada están reñidas con la condición femenina.
Les comentaba a mis amigos que, a mi entender, uno de los motivos de esta escasez de mujeres ilusionistas es la falta de referentes. Y sí, claro que hay magas, y muy buenas, pero en comparación al número de aficionados masculinos, la proporción es bajísima. Tanto que, intuyo, muchas niñas, pese a que le guste este hobby, no tienen apenas espejo al que mirarse, no se sienten identificadas.
Pues bien, pocos días despues de esta conversación me entero de la siguiente noticia. El 18 de septiembre de 2021 Saenajan SorJorTongPrachin hizo historia al convertirse en campeona de WBC de 105 libras en el primer combate femenino de Muay Thai celebrado en el estadio de Lumpini de Bangkok.
Para que entendáis el alcance de esta noticia, simplemente os diré, en palabras muy coloquiales, que el Muay Thai (arte marcial Tailandés) es como el «deporte rey» de ese país con millones de practicantes en todo el mundo, y el estadio de Lumpini como el Bernabeu o el Nou Camp.
Las mujeres ya tienen una nueva campeona a la que emular.
La igualdad no se construye solo a base de leyes. Es necesario que vayan derribándose barreras invisibles, techos de cristal, que al caer, dejen pasar la luz proyectando reflejos a la sociedad. Que surjan nuevos referentes, espejos en los que mirar.
Pablo Romero. Abogado en Granada
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!