LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES “SOLO” LUCHAR CONTRA EL RESULTADO. HAY QUE IR MÁS ALLÁ, BUSCAR EL ORIGEN DEL PROBLEMA Y ERRADICARLO: EL MACHISMO.

Hoy he escuchado esta frase en la radio y me ha hecho pensar. Porque es curioso como en nuestro país, salvo por algún «descerebrao», existe unanimidad en contra de la violencia de género, pero, sin embargo, respecto al machismo la cosa cambia.

Y ahí precisamente es donde está el problema. Porque la violencia de género (un auténtico cáncer de la sociedad) no es, sino una consecuencia de algo mucho más grave, de su verdadero origen y causa del mismo: el machismo. Y mientras no sepamos ver esto, no podremos avanzar.

Es como al que le duele la cabeza y piensa que con tomarse un paracetamol se soluciona. Lo que te tiene que preocupar es la falta de sueño, el exceso de trabajo, el estrés o lo que fuera que te está provocando esa dolencia, porque hasta que no le des solución a esas cuestiones, que son las de verdad importantes, solo estarás poniendo parches y el dolor de cabeza se seguirá repitiendo.

No es restarle importancia a la violencia de género. Todo lo contrario. Es dársela a su origen, denunciar esa tolerancia socialmente aceptada del machismo, haciendo ver el verdadero peligro de dicha actitud. Hay que erradicar el problema de raíz para que deje de «dolernos la cabeza» con la violencia de género… porque esto no se arregla con un paracetamol.